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HISTORIA ORIGEN La Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad fue fundada en la Parroquia de Santiago Apóstol para la veneración de una imagen de Jesucristo crucificado que se encontraba en la Capilla de San Benito, la misma donde recibe culto la actual talla. En el año 1612 se reunieron Pedro Sánchez, Pedro de Almagro, Juan de Espina, Juan García Granados, Martín de Baños, Pedro López, sacristán, y Pedro Díaz , hijo de Benito Sánchez, con el fin de redactar las ordenanzas por las que se regiría la Hermandad. El día 30 de Septiembre de dicho año los cofrades otorgaron un poder notarial al procurador Luis Díaz Suelto con el fin de que se presentase al Arzobispado de Toledo dichas ordenanzas para su aprobación. Así lo hizo, el 6 de Octubre éstas fueron confirmadas por los miembros del Consejo de Gobernación, señores Tello, Salinas y Ortiz, siendo el Arzobispo en aquel tiempo Bernardo de Sandoval y Rojas. Esas primeras constituciones se dividían en nueve apartados que establecían lo siguiente: 1.- Sólo podían pertenecer a la hermandad exactamente doce hermanos. A la muerte de alguno de ellos su hijo mayor lo sustituía, y si este también fallecía entraban en su lugar los demás hijos o nietos, y si no tuviese, se admitía otro cofrade aceptado en Cabildo. 2.- Cada hermano debía dar al ingresar un hacha de cinco libras de cera, de forma que la hermandad contase siempre con doce hachas. A la muerte de algún hermano, si lo sustituía un hijo o nieto heredaba el hacha, pero si entraba un cofrade nuevo debía dar el hacha de ingreso. 3.- La hermandad debía acudir al salmo de Miserere mey del Santo Cristo de la Caridad que se decía cada viernes de Cuaresma, alumbrando cuatro cofrades con sus hachas encendidas mientras se cantase el referido salmo. Cada viernes eran cuatro distintos, que iban rotando durante la cuaresma y eran designados por el Hermano Mayor. Los designados tenían obligación de acudir a dicho salmo y alumbrar, bajo pena de media libra de cera para la hermandad. 4.- El Hermano Mayor se nombraba en Cabildo cada dos años, sin posibilidad de repetir en el cargo. Este nombramiento era de obligado cumplimiento bajo pena de dos libras de cera para la Hermandad. También en Cabildo se nombraba un Mayordomo para ayuda del Hermano Mayor, y cada uno tenía una llave de las dos que abrían el arca donde se guardaba la cera. 5.- A la muerte de alguno de los doce hermanos o de su mujer, los demás debían acompañar su cuerpo al entierro con las hachas encendidas hasta meterlo en la Iglesia, y durante el mismo ardían cuatro hachas. Si moría algún hijo o nieto de cofrade era acompañado por seis hachas encendidas. El hermano que no acudiese debía pagar media libra de cera para la hermandad. 6.- Los cofrades celebraban la fiesta del Cristo de la Caridad el día de la Transfiguración del Señor, el cinco de Agosto, con vísperas solemnes y Misa. Tenían obligación de acompañar al Hermano Mayor desde su casa a la Iglesia y desde la Iglesia a su casa, teniendo encendidas las hachas durante las vísperas y la Misa. Todo esto lo debían cumplir bajo pena de media libra de cera. 7.- También se designaba en Cabildo, de entre los doce, un escribano para que estuviese al servicio de la hermandad en lo que fuese necesario. 8.- Por las anteriormente citadas vísperas y Misa solemne, la Hermandad debía pagar cuatro reales como limosna al cura y clérigos de la Parroquia de Santiago. 9.- Si algún cofrade caía enfermo, los demás debían visitarle, y si tenía necesidad los otros debían ayudarle con lo que pudiesen. El Hermano Mayor era el encargado de avisar a los cofrades en estos casos. EVOLUCIÓN para encontrar más datos sobre la hermandad hay que trasladarse hasta el día 21 de Julio de 1727, cuando el Vicario Visitador General Eclesiástico de Ciudad Real, su partido y el Campo de Calatrava, Juan Francisco Alonso Ximénez, sentenció sobre el orden que debían guardar las distintas cofradías y hermandades en las precedencias, procesiones y demás funciones eclesiásticas, apareciendo en cuarto lugar la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad de Santiago. La siguiente referencia la aporta el censo de cofradías, hermandades y gremios que por orden del Conde de Aranda, Presidente del Consejo de Castilla, se levantó con fecha 7 de Diciembre de 1770, donde se puede leer lo siguiente: " La hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad concurre al salmo del Miserere que se canta en la dicha Parroquia del Señor Santiago los miércoles de Cuaresma, y únicamente tienen que pagar los Hermanos Mayores la merma de cera que hay en la referida asistencia y en la procesión del Jueves Santo. Sus ordenanzas tienen la misma aprobación que las de las Hermandades precedentes [la del ordinario eclesiástico]." Aquí aparece la primera referencia expresa a la salida procesional de la cofradía el día de Jueves Santo. El siglo XIX debió de ser una época de decadencia para la Hermandad, hasta que en 1894 se produjo su reorganización, con algo mas de cincuenta cofrades que pagaban una cuota anual de cinco pesetas y tenían el privilegio de setenta y cinco pesetas en caso de defunción y dos Misas de difuntos, una por la Hermandad y otra por los familiares. En esta época, la Cofradía era una de las más humildes de Ciudad Real, como lo eran todas las de la Parroquia de Santiago, y estaba compuesta en su mayor parte por labradores y artesanos del barrio. Llega el siglo XX, y con él se produce en Ciudad Real un gran impulso a nuestra celebración pasional. Es en 1908 cuando la hermandad se renueva completamente. Gracias al impulso del entusiasta Párroco de Santiago y antes de la Merced, José Antonio León Espadas, al que tanto deben varias de nuestras cofradías, ese año se estrena un nuevo Cristo, que formaba parte de un misterio con otras tres imágenes más, la Virgen, la Magdalena y el soldado romano Longinos, imagen que alcanzó gran popularidad hasta el punto de que empezó a conocerse la hermandad y al paso por este nombre. Este nuevo misterio fue obra del escultor valenciano Federico Zapater y tuvo un coste aproximado de tres mil pesetas. Ese mismo año los penitentes lucieron por primera vez un nuevo diseño de túnica mas artístico, elegante y cómodo que el antiguo. Tras la muerte en 1910 de José Antonio León Espadas, y después de un pequeño periodo de incertidumbre, fue nombrado párroco otro sacerdote animoso como fue Teodoro Espadas, tío del anterior, con el cual la Hermandad vivió una época de esplendor, pero su fallecimiento la sumió en años de decadencia, hasta el punto de que en 1919 sólo había 29 cofrades y no era posible pagar una banda de música para la procesión. Resurge la Cofradía en los años veinte como demuestra la introducción de importantes mejoras en la túnica de los nazarenos. En 1925 la Hermandad recibió la donación de dos artísticos faroles confeccionados y regalados por el industrial José María Murcia. Al año siguiente, Anselmo López donó otros dos faroles, obra del mismo autor. Estos cuatro faroles se salvaron de la destrucción durante la guerra civil y en la actualidad se conservan dos de ellos. Siendo Miguel Romero el Hermano Mayor, en 1927 se completa el misterio con la imagen de San Juan, igualmente obra de Zapater. También se reforman las andas dándoles una mayor capacidad y aportándoles mayor calidad artística. Algunos de los Hermanos Mayores y cofrades destacados durante los años 10, 20 y 30 fueron Ramón González, Ángel Ocaña, José Muñoz, Santiago Velázquez, José Mora, Matías Blanco, José Balcazar, Ángel Casado, Hilario Herrara, Miguel Romero, Manuel Arévalo, Francisco Romero, Ildefonso Gallardo y Federico Vacas. Con la instauración de la segunda república llegan años de dificultades para las Cofradías, puesto que se expande un ambiente contrario a la religión, y el Ayuntamiento elimina la subvención que hasta entonces concedía a las Hermandades. En 1935 el Hermano Mayor era Luis Moncada Sánchez y aquel fue el último año que el paso de Zapater salió a las calles de Ciudad Real. En el año 1936, cuando Luis Jiménez Usero era el Hermano Mayor, y como consecuencia del tenso ambiente reinante, se reunieron los Hermanos Mayores de todas las Cofradías y acordaron que no se celebrarían las tradicionales procesiones de Semana Santa. Con el estallido de la Guerra Civil el patrimonio Histórico-Artístico-Religioso de Ciudad Real fue blanco de una irracional campaña de destrucción que supuso la desaparición, entre otras obras y monumentos, del paso tallado por Zapater y del antiguo Cristo fundacional de la Hermandad, que desde su sustitución había quedado expuesto al culto en su capilla. La Cofradía quedó disuelta y se perdieron casi todos los enseres y libros de actas, siendo requisados los fondos económicos de que disponía. Una vez concluida la contienda se inició la difícil tarea de la reorganización, partiendo prácticamente desde cero. Sólo se habían salvado un estandarte grande, dos medianos compañeros al grande, dos gallardetes estandartes, un farol grande, dos faroles de cruz, dos faroles rectos y varios cetros. El número de hermanos en el año 1940 era de tan sólo 24. Por fin, en 1941 la hermandad volvió a salir en procesión con un nuevo paso realizado en Olot ( Gerona ). En este año seguía siendo Luis Jiménez Usero el Hermano Mayor. Durante los primeros años 40, acompañaron a la hermandad las túnicas de otras Cofradías que no contaban con paso propio, como la Santa Espina, la oración del Huerto y la Enclavación. Tras los mandatos de Juan Manuel González Camacho y Andrés Abad Calatrava, llegaba Mariano Alcázar al cargo de Hermano Mayor pasada la Semana Santa de 1943. En el año 1944 la cuota que pagaban los cofrades era de 2 pesetas mensuales, además de otras 5 para hacer frente a los gastos extraordinarios que se iban a afrontar en un corto periodo de tiempo, pues se planeaba la sustitución del misterio por otro de mayor categoría artística que estuviese a la altura de los que habían llegado a Ciudad Real adquiridos por otras Hermandades. Gracias al gran entusiasmo del referido Mariano Alcázar, se comenzaron las gestiones para la adquisición del nuevo grupo escultórico, que finalmente fue tallado en Barcelona por el escultor catalán Claudio Rius Garrich. La Junta Directiva que con tanto acierto gestionó su adquisición fue la siguiente: Hermano Mayor: Mariano Alcázar Molina. Como reconocimiento a la brillante gestión realizada, Mariano Alcázar Molina fue nombrado Hermano Mayor Honorario Perpetuo en Junta General de 25 de Abril de 1946, entregándosele un pergamino con dicho acuerdo como homenaje y recuerdo. En el año 1947, el paso del Santísimo Cristo de la Caridad, acompañado de su Hermandad, presidió el Vía Crucis de penitencia celebrado el Viernes de Dolores a las diez y media de la noche. El itinerario fue el siguiente: Prado, Camarín, Caballeros, Plaza del Carmen, Estación Vía Crucis, Toledo, María Cristina, Cruz, Paloma, Ruiz Morote, Ramón y Cajal, Plaza del Pilar, General Aguilera y Plaza del Generalísimo. Una vez allí el paso fue situado delante del Ayuntamiento y el Obispo Prior, Emeterio Echeverría y Barrena, impartió la bendición a los presentes. En este mismo año 1947, y tras una brillante gestión Mariano Alcázar Molina dejaba el cargo de Hermano Mayor. Le sucedieron sucesivamente Antonio Blanco Martínez, Francisco y Manuel Guerrero González y Francisco Zarca Bellón. Tras un periodo en que la Hermandad decayó por su reducido número de cofrades, 1954 José Cabañas Caballero fue nombrado Hermano Mayor. Se rodeó de grandes colaboradores como Francisco Granados Fernández, Nicomedes Rivas León, Antonio y Anselmo Villaseñor Pérez-Pedrero, Agustín Sánchez Martín, Ramón González Camacho, Atanasio de la Peña Lozano, José Herrera Espadas, etc. Durante su mandato se introdujeron túnicas y cetros destinados al uso de los niños durante la procesión. También se adquirieron dos estandartes nuevos de color blanco bordados por las Adoratrices de Ciudad Real representando uno de ellos la escena de la lanzada y el otro la cruz de Santiago, así como un estandarte y dos gallardetes en terciopelo granate que llevan la cruz de Santiago y la leyenda " Santísimo Cristo de la Caridad ( Longinos ) " bordadas en oro. En esta época se sacaban en procesión un estandarte y dos gallardetes en color morado de la desaparecida Cofradía de la Santa Espina, que desde tiempo inmemorial hasta 1935 hizo estación de penitencia tras el Cristo de la Caridad en la tarde del Jueves Santo. Actualmente, nuestra Hermandad tiene en su poder los dos gallardetes, pero se desconoce el paradero del estandarte. En el año 1955 se estrenó un gran farol, obra del cofrade José María Murcia, adaptado sobre unas andas de madera para ser llevado a hombros por cuatro personas. Tiene una pintura de la lanzada por delante y la cruz de Santiago por detrás. También en 1955 se estrenó la primera fase del trono procesional actual, el cual ya salió totalmente terminado y dorado en 1958. En 1960 se redactaron nuevos Estatutos, que fueron aprobados por el Obispo Prior, Juan Hervás y Benet, el día 12 de Marzo, siendo José Cabañas Caballero el presidente. Estos Estatutos distinguen entre los cargos de Presidente, máximo dirigente de la hermandad, y Hermano Mayor, cargo equivalente al de Vicepresidente que se nombra anualmente según el orden de antigüedad de los hermanos, lo que permite que todos puedan presidir la procesión algún año. En el año 1967 se estrenó como cruz de guía un Cristo de tamaño académico que es el único de estas características que existe en Ciudad Real. Fue adquirido en un establecimiento de artículos religiosos de Madrid por José Cabañas Caballero, quién quedó sorprendido por su similitud con el titular de la cofradía. En 1976 José Cabañas Caballero dejaba su cargo como Presidente tras un largo periodo en el que desarrolló una gran labor que supuso el engrandecimiento de la Hermandad en todos los aspectos. Fue sustituido por Manuel Heredia Moreno, quién contó como directivos, entre otros, con Francisco Granados Bermejo, José Crespo Sobrino, los hermanos Sánchez Pavón, José Hernández Crespo, Leandra Fernández Maldonado y los hermanos Heredia de Castro. En el año 1979 una fotografía en blanco y negro del Cristo de la Caridad ilustró el cartel de Semana Santa editado por la Asociación de Cofradías. Ese mismo año se acuerda que sean aceptadas como miembros de la Hermandad todas las mujeres que así lo deseasen, ya que hasta entonces no estaba permitido. Quedaban sin efecto, por tanto, el artículo 3 de los Estatutos, que especificaba que sólo podían pertenecer a la misma cofrades varones. Las dos primeras hermanas fueron admitidas en la Asamblea General del año 1980. En 1982 se pusieron ruedas al farol grande para que resultara más cómodo sacarlo en la procesión. Sin embargo, debido a su mal estado de conservación y al mal efecto que producía verlo con las ruedas, se decidió que no saliese en 1984, y desde entonces no lo ha vuelto a hacer. Ese mismo año pudo admirarse el Cristo guía tras ser restaurado. En 1985 se hizo necesario sacar el paso de la Parroquia de Santiago debido al comienzo de unas profundas obras de restauración que se iban a realizar en ella. Todavía en el año 1986 se pudo comenzar y concluir la procesión en el interior del templo, para lo que fue necesario trasladar el paso el Lunes Santo desde las cocheras en que estaba guardado hasta la iglesia. Pero finalmente la puerta de la Calle del Ángel fue tapiada por no pertenecer a la obra original del edificio, y debido a las grandes dimensiones del trono procesional, que no cabe por la puerta que da a la Plaza de Santiago, éste no ha podido volver a entrar en la parroquia, por lo que se guardó a partir de entonces en cocheras sin las mas mínimas condiciones necesarias para la conservación de las imágenes. En aquel año 1986, la imagen del Cristo de la Caridad participó en el Vía Crucis de Penitencia que se celebra todos los Lunes Santos, aunque el recorrido del mismo no fue el habitual ya que se limitó a dar una vuelta en los jardines del Prado. La hermandad adquirió en 1987 un estandarte en terciopelo granate con una pintura del Cristo realizada por Cristina Soriano, y al año siguiente dos gallardetes a juego, también granates, con pinturas de la Virgen y San Juan, obra de la misma autora. En el año 1988, José Cabañas Caballero compuso la marcha de procesión titulada " Santísimo Cristo de la Caridad (Longinos) ". Dicha obra se encuentra en el archivo de la Agrupación Musical de Ciudad Real. En 1989 se produjo un desgraciado accidente que supuso la rotura de la imagen del Titular de la Cofradía. Durante el traslado del paso después de la procesión hacia las cocheras del antiguo Cuartel de la Misericordia, actual Rectorado, la cruz del Cristo chocó contra uno de de los cables eléctricos que cruzan nuestras calles. Debido al impulso que llevaba, la cruz se partió y cayó el Cristo al suelo, rompiéndose por hombros y piernas. Afortunadamente y gracias a los donativos aportados por todo Ciudad Real, la imagen pudo ser restaurada. En 1990 todas las imágenes del misterio fueron expuestas en la muestra de arte religioso organizada por la asociación de cofradías en la planta baja del Ayuntamiento. En dicha exposición, la hermandad hizo entrega de una placa al Alcalde, Lorenzo Selas en representación de todos los vecinos de Ciudad Real, como muestra de agradecimiento por las ayudas prestadas para la restauración. En 1992 se inauguró el Guardapasos, donde se encuentra desde entonces el paso durante el año, a excepción de la imagen del Cristo. También en este año, el Obispo Prior, Rafael Torija , aprobó unos nuevos Estatutos con fecha 29 de Mayo, siendo Manuel Heredia Moreno el Presidente. En 1998, una fotografía del Cristo de la Caridad fue el motivo del cartel oficial de Semana Santa de la Asociación de Cofradías. Ese mismo año, el Cristo volvió a participar en el Vía Crucis del Lunes Santo, aunque esta vez si se recorrieron las calles de Ciudad Real, con el siguiente itinerario: Prado, Camarín, Caballeros, Plaza del Carmen, Estación Vía Crucis, Toledo, Calatrava, Paloma, Ruiz Morote, Ramón y Cajal, Plaza del Pilar, Alfonso X el Sabio y jardines del Prado, para entrar a la Catedral. En la procesión del Domingo de Resurrección de este mismo año se estrenó un nuevo estandarte con la pintura de la Magdalena, obra de la hermana Prado Ingelmo Jiménez. En el año 2000 Manuel Heredia Moreno dejó su cargo como Presidente, tras muchos años de dedicación a la hermandad, siendo sustituido por Agustín Sánchez Pavón. En 2001 la Hermandad estrenó otro estandarte en color granate con una pintura del misterio, obra de Prado Ingelmo, confeccionado y bordado por ella y por su madre Prado Jiménez. También en este año el paso cambió la manera de ser portado pasando de las tradicionales ruedas a ser portado por una cuadrilla de 42 hermanos costaleros. Durante el verano de 2002 se ha realizado otra restauración en la imágen del Stmo. Cristo de la Caridad, en la que se le han devuelto los colores originales que fueron cambiados tras la restauración sufrida en 1989. Desde Septiembre de ese mismo año ya se encuentra de nuevo en su capilla para la veneración de los fieles. En el año 2003 se sustituyó la Función que tradicionalmente se venía realizando en la tarde del Miércoles Santo por un Triduo que comienza la tarde del Lunes Santo y concluye la tarde del Miércoles Santo, con el posterior traslado de la Sagrada Imágen del Stmo. Cristo al guardapasos para su salida en la tarde del Jueves Santo. Es de destacar también que después del acto de presentación del cartel de la Hermandad para el año 2004 se inauguró la Casa Hermandad situada en la calle Norte nº2, en pleno barrio del Perchel y junto a la Parroquia de Santiago Apóstol, Sede Canónica de la Hermandad. En el invierno de 2004 se llevó a cabo la restauración de la imagen de San Juan de nuestro paso. La restauración tuvo lugar en Sevilla, de nuevo, por el imaginero D. Dario Fernández Parra quién ya restaurara la imagen del Stmo. Cristo en 2002. La imagen volvió de nuevo a Ciudad Real el día 5 de Marzo de 2005. Además de mejorar la estructura de la imagen y devolverle su policromía original, se le ha incorporado una aureola de metal sobredorado obra del orfebre sevillano Emilio Méndez. En 2006, la Hermandad acepta la donación de la Virgen de la Estrella, obra del escultor ciudadrrealeño Don Luis Fernando Ramírez Mata, siendo bendecida el sábado anterior al Domingo de Ramos de ese mismo año. Durante todo el año 2012, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad conmemoró su IV Centenario fundacional con muchos y numerosos actos y actividades; culturales, sociales (caridad) y religiosas, siendo los más importantes la Salida procesional Extraordinaria que tuvo lugar el día 15 de septiembre en la que procesionó sólo la imagen del Santísimo Cristo de la Caridad, haciendo que fuera ésta una estampa diferente e inolvidable. Después de la Semana Santa de 2013 se llevó a cabo la restauración de la imagen del soldado romano Longinos. La restauración se llevó a cabo por el imaginero D. Antonio José Martinez Rodríguez y el restaurador Jesús Puche Marfil. Se recuperó la policromía original de la imagen así como el cincelado de los detalles en el casco, espada y otras zonas "metálicas" de la talla. También en las mismas fechas se realizó la restauración de la cartela delantera del paso afianzando su estructura y recuperando el pan de oro original que poseía en origen. Sólo se añadió pan de oro nuevo donde no se pudo recuperar.
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